Si tenemos en cuenta la ampliación del concepto de alfa-
betismo, podemos enmarcar y entender la alfabetización
digital, como un componente de este, por tanto, necesa-
rio para ser alfabeto en nuestra sociedad.
Así, la alfabetización digital significa disponer de los co-
nocimientos y competencias necesarias para utilizar las
TIC y de esta manera acceder a la información, tratarla y
aplicarla para cumplir objetivos u obtener beneficios. Se
compone de dos elementos fundamentales:
• 
Competencia tecnológica.
Implica saber utilizar las
herramientas tecnológicas, saber cómo funcionan,
para qué sirven, cómo permiten cumplir objetivos es-
pecíficos.
• 
Competencia informacional.
Supone varias habilida-
des: reconocer una necesidad de información, saber
localizar esta, entenderla, tener criterios para evaluarla
y seleccionarla a tenor de la calidad, relevancia, sin-
tetizarla y utilizarla, transformarla y de comunicarnos
sobre ella, según las necesidades.
Uno de los autores referentes en la temática es
(2002).
Este autor identifica cuatro factores claves
vinculados a los procesos de alfabetización digital:
• 
recursos físicos (ordenadores y redes de telecomuni-
cación);
• 
recursos digitales (material que esté disponible digital-
mente);
• 
recursos humanos (alfabetización y procesos de ense-
ñanza y aprendizaje); y
• 
recursos sociales (comunidad y apoyo institucional).
Ser competente digitalmente implica que la persona (o
grupo) puede acceder de manera plena a la sociedad a
todos los niveles (personal, social, profesional, ocio), ser
más autónomo, acceder a oportunidades y mejorar la ca-
lidad de vida. Es por esto que, íntimamente relacionado
al concepto de alfabetización, se encuentra el de la
ex-
clusión digital
que es una forma de desigualdad nacida
en la sociedad del conocimiento. Al existir nuevos alfa-
betismos, también aparecen sus correspondientes anal-
fabetismos.
Este tipo de exclusión supone la falta de acceso al manejo
de los TIC, los recursos, principalmente la información y
a las nuevas formas de comunicación. Esta exclusión no
siempre ocurre por imposibilidad o dificultad de acceder
a la tecnología o el acceso y gestión de la información,
también se produce por falta de interés o capacitación,
aunque existiendo la posibilidad de acceder.
Referencia:
Warschauer, M. (2002): Reconceptualilzing the digital
divide. First Monday, 7 (7).
.
ANALFABETISMO DIGITAL
Según Wikipedia el
analfabetismo digital
es el nivel de
desconocimiento de las
que impiden
que las personas puedan acceder a las posibilidades de
interactuar con estas, es decir de navegar en la web, dis-
frutar contenidos multimedia, sociabilizar mediante las
redes sociales, crear documentación etc.
La habilidad por sí sola o la competencia para manejar
herramientas e instrumentos tecnológicos (teléfonos mó-
viles, iPods, PC, etc.) no implica la calidad de ser un al-
fabeto digital. Previamente a la aparición de la sociedad
digitalizada, una persona era considerada alfabetizada
cuando manejaba el proceso de lectoescritura en su len-
gua nativa, podía leer libros y documentos, comprender-
los y dejar registro de sus pensamientos a través de la
escritura.
La alfabetización digital hoy es un proceso de la cul-
tura bastante más amplio, que consiste en poseer los
rudimentos necesarios para moverse con las nuevas
tecnologías. Especialmente en Internet, acceder a nue-
vos contenidos,
y aprovechar
nuevas oportunidades a través de las distintas aplica-
ciones que los medios digitales ponen a disposición de
la sociedad.
Referencias:
Wikipedia: 
.
Suite101: 
.
APROPIACIÓN DE LAS TIC
Lo primero que hay que precisar para entender los con-
ceptos de
uso y apropiación
es que estos no pueden
concebirse fuera de algunas prácticas que se dan en
el mundo de la vida cotidiana. Lo segundo es que am-
bos mantienen una relación inextricable, por lo cual no
se puede entender uno sin el otro. Cuando se habla de
apropiación siempre se hace referencia al uso, aunque
este no necesariamente encierre una apropiación efec-
tiva. A partir de un enfoque que prevé la apropiación de
la tecnología como un proceso social, el sujeto tiene
una función activa en la dotación de significado que le
da a una experiencia. Por tanto, una indagación por la
apropiación de tecnologías debería considerar el pun-
to de vista de los sujetos, sus prácticas, discursos y la
interacción que entre ellos ocurre, mediante la cual se
construyen los significados y dotan de sentido su hacer.
Asumir que la acción social vincula a las personas en
interacción, plantea que se deben observar las prácti-
cas y los discursos. En este punto hay que mantenerse
alerta, puesto que no siempre las prácticas coinciden
con los discursos. Como afirma Giraldo Ramírez (2008)
al referirse a la relación de los docentes con las TIC,
una cuestión puede ser lo que se piensa, otra la que
se dice, y otra muy diferente la que se hace. Como se-
ñalan los postulados de la sociología de la tecnología,
específicamente Proulx (1995), en consonancia con el
interaccionismo simbólico, la apropiación se da en una
doble dimensión: social e individual, y ambos aspectos
se pueden indagar desde el sujeto. A partir de esas coin-
cidencias individuales, que se repiten en los actores, se
puede hacer lectura de los usos sociales.
Apropiación creativa:
Se refiere a un tipo de apropia-
ción por parte de usuarios maduros, profesionales de las
TIC. Significa el trabajo intelectual para mejorar o inven-
tar nuevos usos a tecnologías existentes. Como recuerda
Bryce Roberts: Las buenas ideas pueden tener distintos
E-
inclusión
y
participación
ciudadana
en
las
esferas
social
y
pública
a
través
de
las
TIC
en
E
uskadi
202
(
V). ANEXOS
V
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