1.100
€ mensuales. Con carácter general, y como se podrá
constatar a través de los datos obtenidos durante la investi-
gación, los factores comunes de las brechas sociales lo son
también en las brechas digitales.
Como complemento a lo que nos dicen estas cifras, hemos
querido saber cuáles son los motivos que argumentan las
personas que no acceden a las TIC.
(
Ilustración 4)
Motivos para la no disponibilidad de acceso a
Internet en el hogar
(
personas de 16 a 74 años)
7,6%
No tiene
conocimiento
4,7%
Accede desde
otro lugar
3,2%
No tiene
equipo
2,9%
Demasiado caro
27,9%
No quiere o
no necesita
Elaboración propia a partir de datos del Eustat.
Curiosamente, y lejos del argumentario que suele ser acepta-
do comúnmente (“es muy caro”), los datos de las encuestas
nos apuntan a que los principales motivos por los que las per-
sonas declaran no acceder a Internet son las de “no lo quiero,
no lo necesito” (27,9%), y la de “no tengo conocimientos ade-
cuados” (7,6%). Estos motivos se acrecientan aún más cuan-
do centramos nuestro análisis, por ejemplo, en el colectivo de
personas mayores: “no lo quiero, no lo necesito” (69,8%); “no
tengo conocimientos adecuados” (26,1%).
Esto nos aporta valiosa información, ya que nos hace tras-
ladar al capítulo de
la sugerencia de la
puesta en marcha de acciones innovadoras diseñadas es-
pecíficamente para estos colectivos que sufren en mayor
medida la brecha digital de acceso, y que no solo se centren
en garantizar la posibilidad de acceso económico a estas
herramientas TIC, sino también en la difusión de la utilidad
de las TIC, el acercamiento de las tecnologías a estos colec-
tivos a través de centros de interés que conecten con sus
realidades, así como el abordaje de otros factores generado-
res de brecha digital de acceso aportados por los grupos de
expertos participantes en la investigación como: las brechas
sociales, los problemas de accesibilidad y usabilidad de
muchas aplicaciones y servicios, la acumulación de expe-
riencias frustrantes con dispositivos comunes del hogar con
un diseño no adecuado, los gastos de consumo de deter-
minados servicios como Internet, o la falta de contenidos y
servicios interesantes que resulten atractivos o de utilidad.
3.5. 
Brecha digital de uso
La presencia o disponibilidad de equipamiento
TIC
en un ho-
gar, por ejemplo, no es garantía de que todos sus miembros
lo usen. Y si ese fuera el caso, los datos obtenidos en el
estudio nos demuestran que según factores como la edad,
el nivel de estudios, o su estado laboral, correlacionan con
diferentes motivaciones y frecuencias de uso.
Según datos de la encuesta (ESIF) 2011 del
,
el 67,8%
de la población de Euskadi con edades comprendidas entre
los 10 y los 74 años son usuarios de ordenador, el 65,3% lo
son de Internet, y un 97,8% que declaran usar el teléfono
móvil. Los análisis evolutivos que se llevan a cabo en este
informe demuestran que estas cifras han experimentado un
importante crecimiento en los últimos años, pero este hecho
resulta insuficiente para poder analizar la verdadera brecha
digital de uso.
¿
Quiénes son las personas que se encuentran detrás de
esos porcentajes? ¿Cuáles son sus motivaciones para usar
las TIC? ¿Con qué frecuencia las utilizan? ¿Existe conexión
entre el uso de las TIC y aquellos ámbitos más vinculados al
bienestar o la calidad de vida como el empleo, la salud, la
formación…?
La investigación pone de manifiesto que factores como la
edad, el sexo, el nivel de estudios, el nivel de ingresos o
el estado laboral, entre otros, vuelven a salir a la palestra
como elementos que se encuentran detrás de las diferencias
de uso de las TIC entre la población. Así, tan solo el 12,9%
de la población vasca de entre 65 y 74 años declara ser
usuaria de Internet. En cuanto al sexo, continúan existiendo
desigualdades en los porcentajes de uso, incrementándose
dichas diferencias a medida que escalamos en las franjas de
edad a favor de los hombres. En esta misma línea, tan solo el
23,4%
de las personas con estudios primarios o inferiores y
el 35,6% de las personas en situación de inactividad laboral
son usuarias de Internet.
Estas cifras nos obligan a realizar una reflexión. Resulta evi-
dente que las TIC podrían resultar de gran ayuda de cara a la
mejora de calidad de vida y promoción social a estos colec-
tivos que hemos nombrado. En cambio, los datos obtenidos
nos hablan de que son precisamente estos grupos los que
registran mayores desigualdades de uso de las TIC.
Para profundizar sobre ello, les hemos preguntado por sus
motivaciones, los “para qué” que gobiernan sus conexiones
a la red.
Las conclusiones del análisis son de esperar: búsqueda de
información, correo electrónico, consulta de medios de co-
municación, ocio y uso de programas o canales de comuni-
cación lideran el
ranking
de motivaciones. Hay que irse hasta
puestos más bajos de la tabla para encontrarnos con el uso
de las TIC para la consulta de información sobre salud, la
búsqueda de empleo, el acceso a acciones formativas o in-
formación sobre formación…
Un hecho que, además, se agrava cuando hacemos el cruce
de estas motivaciones con los factores anteriormente cita-
dos (edad, nivel de estudios, situación laboral…). Algunos
ejemplos esclarecedores al respecto: tan solo el 5,7% de
las personas con estudios primarios o inferiores declara usar
Internet para la búsqueda de empleo; en el caso de las per-
27
E-
inclusión
y
participación
ciudadana
en
las
esferas
social
y
pública
a
través
de
las
TIC
en
E
uskadi
I
(
I ) . 3 .
R e s u m e n e j e c u t i v o
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