Declaración institucional del Ararteko en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial

21 de marzo de 2019

El Ararteko llama a reflexionar acerca de las consecuencias nefastas e incontrolables de los discursos de odio hacia el diferente y a crear las condiciones que conduzcan a su erradicación del debate público.

Este día conmemorativo internacional ofrece al Ararteko la ocasión de expresar su profunda condolencia hacia las víctimas, sus familias y sus amigos del execrable atentado ocurrido en Nueva Zelanda el viernes 15 de marzo pasado. Esta institución de defensa de los derechos humanos expresa su repulsa más enérgica ante un acto de terror de esta naturaleza dirigido contra personas inocentes y que obedece a motivaciones de odio envilecido, convicciones supremacistas y prejuicios mezquinos que pretenden excluir a las personas diferentes, bien por su origen religioso, cultural, étnico o de cualquier otro tipo.

Tales ataques violentos despiadados de motivación racista y xenófoba únicamente conducen a provocar un inmenso dolor sin sentido y a alentar una espiral de hostilidad y sufrimiento. El Ararteko llama a reflexionar, siempre, pero hoy especialmente, acerca de las consecuencias nefastas e incontrolables de los discursos de odio hacia el diferente y a crear las condiciones que conduzcan a su erradicación del debate público. La sociedad vasca debe continuar caminando a la par de las sociedades democráticamente avanzadas y propiciar compromisos compartidos para proteger a las minorías étnicas. En este empeño, nuestra sociedad e instituciones deben permanecer enlazadas, de manera indefectible, con aquellos que, en el seno de la sociedad europea y mundial, continúan defendiendo la plena vigencia de los derechos humanos, desarrollando juntos sentimientos de fraternidad y respeto por la dignidad de todos los seres humanos sin excepción.

El Ararteko exhorta por ello al impulso de medidas, políticas, gestos y conductas dirigidas a promover la solidaridad entre las personas. Cada ser humano es, a la vez, único e igual a los demás. Igual en el disfrute, sin discriminación, de derechos y libertades que son básicos e inalienables. Único a la hora de ver garantizado el respeto de su diversidad. Garantizar la igualdad en la diversidad: he aquí el desafío al que deben hacer frente las sociedades del siglo XXI que apuestan por un futuro de paz y convivencia, como lo hace, sin duda, la sociedad vasca. Para ello será necesario evidenciar la aportación de la diversidad cultural al patrimonio común y potenciar aquellos referentes políticos y sociales que vehiculen discursos alentadores de la fraternidad entre los pueblos, respeto de la dignidad de cada uno, asegurando, ineludible y universalmente el disfrute los derechos y libertades fundamentales que son inherentes a cada persona.

Vitoria-Gasteiz, 20 de marzo de 2019