1 de diciembre: Día internacional de la lucha contra el SIDA

El ararteko hace un llamamiento para derribar los muros de estigma y discriminación que provoca la enfermedad

El SIDA es una devastadora enfermedad que sigue haciendo estragos en todo el mundo. En algunos lugares del planeta la epidemia se ha propagado de manera alarmante. En otros, se ha estabilizado. Algunos países, los más ricos, han demostrado que se puede controlar la expansión del virus, aunque esa tarea requiere una renovación constante de la lucha contra la enfermedad. Hemos asumido el compromiso de luchar contra el virus, pero aún es necesario destinar más recursos a la atención, prevención e investigación.

Hoy en día los tratamientos están dando resultados, los nuevos medicamentos han aumentado la esperanza de vida de los enfermos. Sin embargo, los afectados deben hacer frente a otros problemas, a los efectos secundarios originados por los tratamientos. Entre ellos, las deformaciones, sobre todo en la cara, que pueden provocar además graves secuelas psicológicas. La estigmatización que sufren es una circunstancia que puede ser razón para facilitar su acceso a prestaciones de cirugía estética.

Los tratamientos de reproducción asistida, con aplicación de lavado de semen en el caso de que sean ellos los portadores, es otra de las demandas del colectivo de personas enfermas de SIDA. Existen algunos datos -por ejemplo la falta de fiabilidad absoluta que garantice la no transmisión- que se utilizan para explicar la falta de incorporación de esta técnica. Aun admitiendo este dato, existe otra circunstancia que debería ser tenida en cuenta: que la falta de financiación puede suponer que las parejas tengan hijos sin beneficiarse del alto porcentaje de no transmisión que garantiza el tratamiento de lavado de semen.

Estas demandas reflejan algunas de las situaciones con las que se encuentra este colectivo de personas enfermas.
 

 

Ante los diferentes elementos que conforman la realidad derivada de la pandemia del SIDA, la institución del Ararteko, en el ejercicio de su responsabilidad de velar por el derecho a la salud de la ciudadanía vasca y por el derecho a la dignidad de las personas seropositivas y enfermas de SIDA, desea apelar a la conciencia ciudadana y a la responsabilidad de los poderes públicos, para que intensifiquen sus campañas de prevención e información sobre el uso de materiales profilácticos y para que se derriben los muros de estigma y discriminación que rodean, en muchos casos, a las personas afectadas, al tiempo que se profundizan los lazos de solidaridad con estas personas.

Vitoria-Gasteiz, a 30 de noviembre de 2004